Reconocimiento
Este es mi reconocimiento para vosotras, los tres luceros de mi vida, mis preciosas niñas y mi sobrina del alma. Un reconocimiento por vuestra valentía, por vuestra comprensión y por vuestro buen hacer. Habéis nacido en hogares felices y habéis sido hijas muy buscadas y queridas, no tengáis duda ninguna, aunque la realidad que ahora veáis, sea otra. Fuisteis una gran ilusión para toda la familia que festejó vuestra llegada a este mundo y fuisteis cuidadas con esmero. Habéis recibido una educación exquisita y unos buenos hábitos de vida. Sabéis distinguir entre el bien y el mal. Sabéis tratar a las personas. Sabéis apreciar y sabéis amar, aunque no lo hayáis tenido fácil. Os ha faltado estabilidad familiar, lo sé. Os han faltado unos padres que se respetaran y amaran y que mantuvieran esa condición con el paso de los años. Lo fantástico de vosotras es que aun sufriendo esa carencia, os habéis mostrado fuertes y valientes, responsables y felices. Lamentablemente sa