A mi padre
Porque mi Azaña es limpiar tu nombre papá, ese mismo que tu solo estás manchando y haces mal ver. En este presente, en el ahora, todos creemos conocerte bien, como el pesado, el decrépito, el solitario, el Rey de sus dominios, el irrespetuoso, el machista, el corto de miras, el anclado en el pasado, el vago, el mentiroso y el adicto. Repito que mi Azaña es que cuando te marches papá, te podamos recordar por quién fuiste a lo largo de tu vida y no por quién te has convertido en tus últimos años, en el último tramo del camino. Eres el segundo hijo de una familia muy desestructurada. Con un padre muy autoritario, machista y maltratador. Con una madre maltratada, que fue muy desgraciada al lado de su cruel marido; del que no pudo ni protegerse a ella misma ni a sus hijos. Y así paso tu infancia y te hiciste mayor y decidiste entrar en el ejército. Desconozco si necesitabas probar qué era ejercer poder sobre alguien. El caso es que lo hiciste bien. Lo hiciste muy bien papá. Pr