Conceptos especiales
Enfado
Os pasa a menudo que ¿estáis
como enfadados con la gente en general? Que si un camión adelanta a otro en
plena autovía y te tiene 5 km a 90 por hora, que si te prestan una deficiente
atención telefónica cuando haces trámites, que si en el supermercado se cuela alguien
en la cola de la caja, que si un compañero de trabajo le echa cara y se salta
sus obligaciones, que si mi padre toma decisiones difíciles de aceptar, que si
mi madre siempre está triste, que si mis amigas nunca me llaman, que si me
contestan mal un WhatsApp, que si mi vecino fuma en el ascensor, que si el
médico no ha querido escucharme, que si mi coche vuelve a estropearse…en fin,
la cuestión es que acabas sin hablar prácticamente con nadie.
Qué rara se siente una
en esta situación. ¿Soy yo la intolerante, la exigente, la impositiva que va
enfadándose con el mundo?
Exceso de carácter,
ese es mi talón de Aquiles. Exceso de sentimientos, exceso de percepciones y de
sensaciones.
Cansancio y pocas
ganas
No tengo ánimos para
celebrar mi cumpleaños, ni siquiera para recibir regalos, no tengo ganas de
tener invitados en casa, ni ganas de salir de excursión. Siempre estoy cansada,
solo tengo ganas de descansar, de tumbarme y respirar. Tengo inmensas ganas de
dormir, aunque eso suponga perderme gran parte de uno de mis mundos, el de la
consciencia. Me gusta regodearme en mi mundo inconsciente, en mi imaginación y
en mis sueños. Repito bonitas historias una y otra vez, como un reproductor
hace con la rebobinación y el play.
Vivo una segunda vida
en mis sueños, donde la alegría y la vitalidad construyen bellas historias.
Amigos
Muy pocos amigos tengo
en realidad, muy muy pocos. Creo que con uno o dos dedos ya me basta. Me
decepciona que así sea y no tiro culpas fuera. No obstante, yo creía que
trabajaba para tenerlos y mantenerlos. Si no sienten necesidad de saber de mí,
será que no causo el efecto en ellos que yo creía. Mientras yo les llamé e
invité a mi casa siempre existió relación. En el momento que he dejado de
hacerlo por agotamiento, cansancio y demás situaciones vividas, solo he
obtenido un silencio que paradójicamente dice muchas cosas.
Dinero
Siempre soñé con una
vida cómoda. Cada año pienso en como distribuir entre los míos la Lotería de
Navidad si sale premiada. O bien, tengo unos planes muy definidos de esa misma
distribución si un premio superior (como el Euro millones) me tocara.
Viviendas para todos
los miembros de mi familia, coches y pagas. Vidas cómodas para todos, viajes y
caprichos.
Siempre imagino que
soy capaz de crear una organización tipo ONG para ayudar sobre todo y ante todo
a los niños de este mundo. Que, aunque pareciere que cada vez tienen mejor
vida, en realidad tienen más dificultades que nunca, para ser niños y para
crecer.
Amor
Ya no creo en el amor
romántico como siempre había creído. Realmente este concepto ha movido mi vida
y mis circunstancias notablemente. Siempre lo he perseguido y nunca, jamás lo
he encontrado. La búsqueda del amor romántico ha hecho estragos en mi vida. Por
el bien del supuesto amor romántico, he aguantado situaciones, personas, actos
y palabras inmerecidas. En su nombre también he asumido una y otra vez el
fracaso y la decepción.
Ahora me guio por
otras aptitudes y sentimientos. Para mi ahora es importante la compañía que me
ofrezca mi pareja, el sentido de humor, el respeto y el descanso.
Cuidar el uno del
otro, escucharnos y ser amables
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