Optimismo
Optimismo
Ayer por la tarde asistí a una
conferencia donde el mensaje repetitivo de la ponente, fue la necesidad de
mantener el optimismo, la alegría y la aceptación total de la realidad de uno
mismo.
Optimismo y alegría como motor de
una buena salud emocional, como origen de bienestar, como salida de estados
depresivos, en definitiva como estilo de vida.
En cuanto a la aceptación de la
realidad de uno mismo, la ponente relató su vida fuertemente marcada por la
desdicha, el dolor y la brusquedad y, cómo
ella decidió un día aceptar su realidad y hacer de ello el motor de su vida.
Es un concepto muy interesante para
alguien como yo, que frecuentemente me veo inmersa en un hilo de pensamientos negativos,
frustrantes y con culpabilidad.
Dar el paso no es fácil, para mi
supone pedir ayuda, exponerme, perdonar con sinceridad a los que me dañaron,
apoyarme en las personas que se quedan a mi lado de forma incondicional y
desear dar ese paso con todas mis fuerzas.
La ponente además se ayudó con otra
herramienta, el deporte. Ella anima a la implicación total en una actividad que
nos apasione y de donde siempre emanen buenas sensaciones, de donde siempre
obtengamos recompensas.
Opino que el deporte es una de las
mejores opciones y si es en equipo creo que mejor, aunque también creo que
puede ser una buena herramienta aquellas actividades que sean placenteras para
uno como pudieran ser las manualidades, la costura, las bellas artes, el
senderismo, etc…
Resumiendo, la idea es crear
algunos nuevos hábitos, como el hablar de forma positiva y obviar el lenguaje
negativo, sobretodo las quejas.
También el implicarme en alguna
actividad que me apasione y me infunda ese optimismo y esa alegría. Apoyarme en
las personas que me quieren mucho y aceptar mi realidad, mi alta sensibilidad y
mi síndrome de hipersensibilidad que tan diferente me hacen sentir y hacer de
dicha condición, de dicha diferencia, mi forma de vida.
Comentarios
Publicar un comentario