Mi Casa
Mi casa. Mi hogar. Mejor dicho, la
casa donde he vivido durante 14 años. Donde he criado a mis hijas, donde he
vivido muchas situaciones.
Y aunque la tónica fuera, la
incomodidad, la infelicidad y la soledad, ayer vi como otras personas estaban
dentro de ella y me estremecí.
Sentí que profanaban mi espacio, es
curioso. Eran unos albañiles que entraban y salían, estaban haciendo las
separaciones entre las dos casas, la de mis padres y la que fue mi casa.
Separaban el jardín, la terraza, el
garaje, la bodega y la entrada a las viviendas.
Ahora ya no veré mi palmera en el
jardín, mi bonito olivo, mis hortensias ni mi precioso jazmín. El jardín queda
partido en dos, como en origen debiera haber sido.
Mi Casa bonita, has sido un buen
lugar para criar a mis hijas, con tu jardín, tu espacio y sobre todo tu
buhardilla. En ella, mis hijas tuvieron durante años la habitación que todo
niño soñaría… estanterías llenas de juguetes, sofá, televisión, alfombra,
cojines y hasta una tienda de campaña para jugar dentro.
Un espacio donde hemos celebrado
multitud de fiestas de cumpleaños, donde han dormido muchas amigas de mis hijas
y familiares.
Donde grabamos un video para una
famosa cadena infantil de televisión para concursar en un programa que buscaba
niñas que cantaban.
Donde construíamos una ciudad para
todo tipo de muñecos juntando casas, barcos y aviones de los clips etc. y la
cual no hacía falta desmontar y guardar el domingo por la noche, puesto que
podíamos dejarla montada, aguardando al siguiente fin de semana.
En los últimos meses fue la
habitación de mi hija mayor, donde ella quiso instalarse y darle así, una
última función a tan bonita estancia.
Y por no hablar de las grandes
fiestas celebradas en el jardín, con pruebas muy divertidas para niños y
adultos. Con música y con cenefas de colores.
Ese jardín donde hemos hecho
volteretas en el césped, bailes con acrobacias y donde hemos tomado el sol
todas las chichas juntas!
Esa casa donde las tres hemos
pasado tantos y tantos días con sus respectivas noches, juntas y solas.
Espacios como el bonito salón donde
decidimos quedarnos toda una noche con sacos de dormir.
Como cuando cocinábamos las tres
juntas en la amplia cocina.
Como cuando tomábamos baños de
espuma las tres juntas en mi bañera.
Como cuando preparabais obras de
teatro para hacerme reír.
Donde no tuve jamás intimidad.
Donde tanto lloré.
Una casa con cosas buenas y otras
malas.
Ahora otras personas ocuparán ese
espacio, ese hogar.
De todo corazón mis mejores deseos
para esa familia.
Espero que el destino y la
situación familiar de los nuevos inquilinos,
hagan muy feliz a mi casa.
Se lo ha ganado.
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