Te has quedado muy sola

Tu hermana mayor se ha ido.

Te has quedado muy sola, ahora pasarás largas horas de la tarde sin nadie cerca de ti. Estarás sola en ese piso grande, sin calor humano de ningún tipo. 

Varias veces a la semana tendrás que hacerte la comida y comer sola. Quizás algún día también la cena.

¿Y si te sientes mal? ¿Y si estás triste? ¿Y si necesitas que te abracen? ¿O que te escuchen?

Eres una niña todavía aunque la sociedad, las amistades e incluso tu padre, te traten como una adulta.

No deberías pasar tanto tiempo sola, tengo miedo que crezcas con la fea sensación del desapego. No quiero que sientas tristeza cuando seas adulta y creas que todos te abandonamos.

No es así princesa, yo te adoro, te quiero muchísimo y pienso cada día en ti. Siempre, aunque lleve semanas sin verte y sin oírte.

Me preocupa mucho que te sientas dejada por tus padres, por tu hermana, por tu familia. Esa preocupación me lleva de cabeza.

Yo contactaría más contigo para acompañarte, para ofrecerte calor, pero hoy por hoy no aceptas ni mi presencia, ni mi contacto.

Pero ¿qué puedo hacer? Mi deber es cuidar de ti, procurarte todo aquello que necesitas para crecer con equilibrio en todas tus áreas, también en lo emocional.

Esta última es la que más me preocupa. Porque estás demasiado tiempo sola. Porque haces la vida de una chica de más edad de la que tienes.

Te quiero, te amo, eres uno de mis luceros.

Lo haría todo por ti, y de hecho ya lo estoy haciendo, hago lo que tú ahora necesitas, y eso es mantenerme lejos.

Me cuesta muchísimas lágrimas y mucha preocupación hacerlo.

¿Y si te sientes sola? No es justo, aquí fuera, al otro lado de tu muro, estamos todos los que te queremos, esperando que vuelvas a hablarnos, a reírte con nosotros, a compartir momentos, esperando poder demostrarte nuestro amor y afecto por ti.