La Sociedad y yo


Relacionarme en sociedad resulta difícil para alguien como yo, no por mi carácter, no por mi simpatía, no por mis ganas de estar con gente, solo por mi situación (hipersensibilidad central) y mi condición (altamente sensible).

Se supone establecido que para relacionarte en sociedad, una cena con amigos, una comida familiar, un acto público con mis hijas…una/o tiene que encontrarse bien. Si no es así, la gente me pregunta “¿Otra vez estás con dolor de espalda? ¿Otra vez tienes migrañas? Conozco un médico que a mi cuñado le resultó… Deberías tomar esto o aquello… ¡Eres una pupas! ¡Todo te pasa a ti! ¡Vaya saldo!... ¡Lo que tienes que hacer es vivir la vida que son dos días!“  (Aquí está mi hipersensibilidad central y mi gran percepción del dolor físico)

Estos comentarios para nada esconden la intención de ofender, normalmente vienen de amigos y/o familiares que sienten, en más o menos medida aprecio por mí; A mí me resultan ofensivos, me hacen sentir incomprendida,  “clasificada” como el tipo de persona que se queja por nada importante y sobretodo, hacen que me sienta diferente, sola y por consiguiente aislada. También me condicionan.  (Aquí me siento herida por  mi alta sensibilidad)

Sin ir más lejos, ayer me di un fuerte golpe en el codo y sufrí un dolor fortísimo, sentí náuseas y tuve la sensación de casi desmayarme. Automáticamente se me hinchó el codo y tuve un hormigueo hasta el hombro durante unas horas. Encontré alivio si me aguantaba el brazo en alto, así que me puse hielo y un pañuelo al cuello para sujetar el brazo. Tenía una comida familiar y eso me condicionó, me retiré el pañuelo nada más llegar y disimulé el dolor de mi codo durante las horas que allí estuve. Quería evitar, precisamente, esos comentarios y parecer “normal”, como ellos, como vosotros.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Decrepitud

Vivir engañada

Conceptos especiales

El Pediatra